Vivo en una sociedad, donde para desgracia de todos, impera la violencia contra la mujer. Pero resulta más desconcertante ver a autodenominados cristianos utilizar la Biblia para justificar abusos como estos. Por eso, llevo varios años escribiendo ampliamente al respecto.

Uno de los pasajes bíblicos que suelen citarse; lo encontramos en Génesis 3:16, donde Dios le dice a la mujer, después de haber pecado: «Tu deseo sera para tu marido, y el se enseñoreará de ti.» Esto suena muy machista a primera vista, hasta que descubrimos que exactamente las mismas palabras le fueron dichas a Cain respecto a su hermano Abel, en el capitulo siguiente: «A ti será su deseo, y té te enseñorearás de él» ;¿Estaba Dios ordenándole a Cain que dominara a su hermano? ¡No! Dios estaba simplemente prediciendo, anunciando que Cain iba a dominar a su hermano, y en este caso lo hizo hasta llegar a matarlo. Era una profecía, anuncio o advertencia; pero no una orden.

Del mismo modo, Dios le anuncia a Eva que a partir de ahora, por haber entrado la maldad al mundo, los hombres tratarían de aplastar a sus mujeres. Esto no fue dicho como parte de las instrucciones de Dios al crear a ambos, donde al contrario, se les manda señorear sobre toda la Creación en Genesis 1:28.

Se alega que el simple hecho de narrar que el varón fue creado primero que la mujer, coloca a esta en inferioridad. Pero el mismo relato también dice que los animales fueron creados primero que el hombre en Genesis 1:20-26; los animales en el quinto dia, y el hombre en el sexto. ¿Quiso decir que los animales son superiores al hombre? No. Según el mismo relato, donde se manda a los humanos a dominar sobre el resto de la Creación, y solo de los humanos se dice, tanto del hombre como de la mujer, que fueron creados a la imagen de Dios en Génesis 1:27.

Se alega que la idea de que la mujer fue sacada de una costilla del varón, idea que no hay por qué tomar literalmente, es concepto machista. Todos los hombres hemos sido sacados del cuerpo de mujeres, y eso no nos hace inferiores. La enseñanza detrás de la ilustración de la costilla, es clara en Génesis 2:23 donde Adán exclama: «Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne.» Ella es parte de su ser; herir o maltratar el cuerpo de ella, es como maltratar el suyo.

Efesios 5:28-29 lo explica mas específicamente: «Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos; el que ama a su mujer, a si mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propia carne, sino que la sustenta y la cuida.»

¿Cómo se explica que un Dios misogino, tenga mujeres profetizas? Joel 2:28 dice: «Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán». No había posición más alta en Israel que la del profeta porque era considerado nada menos que la voz de Dios para el pueblo.

El profeta era quien en nombre de Dios, reprendía al rey y al sacerdote, como ocurre en 2 Reyes 22:14, donde la profetisa Hulda reprende al sacerdote Hilcias y amonesta al rey Josias. ¿Cómo se explica que un Dios misogino llame a una mujer a gobernar sobre los hombres, como ocurre en Jueces 4:4? Que dice: «Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer: Deborah; profetisa, mujer de Lapidot». Se acusa de misogino al Dios del Antiguo Testamento, por decir en Levítico 15:19 que la mujer en menstruación, es inmunda. Por supuesto; los que alegan esto, jamas muestran el verso 1 del mismo capítulo, donde al varón también se le llama: «inmundo» cuando eyacula.

Y que la palabra hebrea «toebah» no significa pecado, sino sucio en un sentido higiénico, y que ambos necesitan lavarse para luego entrar en contacto con otros o acceder al templo. Fue por esto que durante la epidemia de peste bubonica en la Europa medieval, la población judía fue la menos diezmada, debido a sus elevadas normas de higiene, superiores a las prevalecientes en la época. Y los judíos hasta fueron acusados de brujería por la Inquisición, por ser los menos que enfermaban de la epidemia.

En arras de ser honesto, debo decir que hay todavía unos pocos textos que en efecto, sugieren machismo en el Antiguo Testamento. (Del Nuevo, hablaremos en otra publicación). Quedan algunos para los que no tenemos explicación ni justificación. Es verdad que contrario a lo que se piensa, cuando alguien cometía adulterio, se prescribía según Levítico 20:10 la pena de muerte para ambos, tanto para el hombre como para la mujer; y no solamente para ella, como pretendieron más tarde los fariseos cuando llevaron a la mujer sola donde Jesús y Cristo no permitió que la mataran.

Pero en Deuteronomio 22:13-21, se le exige a la mujer una prueba de virginidad. Al hombre no se le exige. Y la prueba consiste en tender una sabana ante los ancianos de la ciudad; algo que hoy, 3 mil años después, no sabemos exactamente a lo que se refiere; pero si resulta ser al sangrado del himen, es absurdo porque no todas las mujeres sangran en la primera relación sexual. Si la acusación se demuestra falsa, entonces al marido se le exige quedarse con ella para siempre, a pesar de haberla calumniado con el riesgo de que la mataran a pedradas.

En Levítico 21:9 también dice: «Si la hija del sacerdote comenzare a fornicar, quemada será en el fuego». En el caso del hijo no dice esto, aunque hijos varones de sacerdotes fueron consumidos por Jehová por profanar el santuario, como Nadab y Abiu en Levítico 10:1-2.

Pero es tan cierto que hay de cal y de arena, que la misma expresión: «Espíritu Santo» (en hebreo: Ruaj Ha Kadosh) es femenina, como «mesa» y «silla» en español, y lleva artículo femenino. La traducción literal sería: «la Espíritu Santa». Esto; por supuesto, no significa que Dios , el Espíritu infinito, sea mujer u hombre; sino que en su amor tiene rasgos afectivos maternales y paternales. Dios puede y quiere ser, y es Padre y Madre para nosotros. Isaías 66:13 dice: «Como la madre consuela a sus hijos, así os consolaré yo a vosotros».

Mi conclusión, tratando de ser lo mas honesto y objetivo posible.

La Biblia, como nos ha llegado hoy día, después de tantas transcripciones a mano, ediciones, revisiones y traducciones; no es machista ni feminista, tiene de las dos. Cal y arena. Pique y azúcar. Aceite y vinagre.

Como nos ha llegado, contiene contradicciones y errores. Pero no creo que el tenor general de la Biblia sea machista, sobre todo cuando descubro que la mayoría de los textos machistas están mal traducidos o son interpolaciones posteriores, aunque no en todos los casos tengo evidencia de ello.

Reitero mi propuesta hermenéutica: Cristo como filtro. Lo que concuerde con su Evangelio inclusivo e igualitario, lo aceptamos como divino, en ambos testamentos. Si la propia Biblia nos dice que Jesucristo es la Palabra viva y encarnada de Dios, lo que no pueda armonizarse con Jesús, no es Palabra de Dios. Asi de sencillo.

Y Jesucristo era tremendo revolucionario; le encantaba romper esquemas. Jesucristo hasta refuta la idea todavía presente en el siglo 21, de que las funciones de la mujer están limitadas a los quehaceres domésticos, y llama a María la hermana de Lázaro a dejar esas tareas para sentarse a aprender la Torah a los pies de Él; algo prohibido a las mujeres por los fariseos.

Jesús reta abiertamente el prejuicio que veía con malos ojos que un hombre se sentara a hablar a solas con una mujer, provocando la sorpresa de sus discípulos. Prejuicio todavía presente en algunas iglesias y comunidades religiosas de hoy. Por eso, quien quiera seguir a Jesús sera mal visto, incomprendido y perseguido. Jesucristo no fue conservador.

Por Julio Álvarez Rivera
Teólogo – Profesor
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